TIPOS DE DEUDORES

A veces tendemos a meter a todos los deudores en el mismo saco, como si todos fueran
“caraduras” o todos fueran “víctimas” de unas circunstancias adversas. Sin embargo,
como todo en la vida, a veces las cosas no son lo que parece, y generalizar no suele ser
una buena idea.
En Avalfe Abogados, nuestra experiencia en el sector nos ha permitido identificar los
siguientes tipos de deudores:
-El descuidado: suelen ser personas que no saben llevar sus cuentas personales o
profesionales, y no se ponen en marcha para solucionar sus problemas hasta que le ven
“las orejas al lobo”, que es cuando se asustan. Este tipo de deudor afirmará su voluntad
de pago, pero luego, agobiado por la situación y sin voluntad de cambio, se
desentenderá. Lo mejor es hacerles ver que hay progresos judiciales y que les llegue
alguna notificación a su domicilio o que se tengan que ver en un fichero de morosos.
-El genuinamente incapaz de pagar. Este el caso más frecuente, estamos hablando de
deudores que no tienen capacidad de pago y hay que estar muy atentos para poder
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retenerles algo judicialmente. Tampoco se puede esperar grandes éxitos en la gestión
amistosa de la deuda, y probablemente haya que considerar ofrecerles calendarios de
pagos cómodos o quitas relevantes. Si son una persona jurídica en concurso o una
persona física con pluralidad de acreedores el tema se puede complicar todavía más. Lo
que hay que valorar en el caso de estos deudores insolventes es el potencial de solvencia
futura que pueda (o no) haber.
-El cabezón. Es el que se piensa que ha habido algún tipo de motivo, o agravio
imaginario, que justifica el no pagarle al acreedor. Estos deudores suelen dejarse llevar
por la rabia del momento, y de primeras no suelen querer negociar, pero tampoco son
los más hábiles a la hora de ocultar bienes ni los más calmados cuando les llega una
notificación judicial. Con todo, a veces hay excepciones esta última afirmación
-El deudor profesional. Normalmente este tipo de deudor suele operar con sociedades
falsas o intentando dejar el menor rastro documental posible sobre las operaciones que
contrata. Es hábil ocultando bienes y no va a llegar a ningún acuerdo si puede evitarlo.
Los ficheros de morosos serán una cierta ayuda en algunos casos, pero lo cierto es que
es el perfil de deudor más difícil de lidiar.
No obstante, esta clasificación no es cerrada, y la línea divisoria que separa a un tipo de
deudor de otro es muy fina, por lo que el profesional del recobro tendrá que saber
utilizar su experiencia e intuición y mantener varias vías (judiciales y extrajudiciales) de
reclamación abiertas siempre que sea posible.
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